jueves, 19 de junio de 2008

Análisis del campo de conocimiento de la Pintura.

La pintura es una manera de ver el mundo o determinada situación expresada de forma personal, que encuentra la salida en el trazo sobre el sustrato, en el contacto con los materiales, en la representación pictórica…, pero antes que ello en la concepción ideológica o expresiva de lo que queremos comunicar o transmitir. El proceso artístico se encuentra desde el momento mismo en que empezamos a trabajar sobre una idea o una concepción, desde el instante en que planteamos un problema o buscamos una solución. El hecho de pintar per se sólo implica una actividad estética, y quizá comunicativa, de una facultad humana, más no es una actividad artística, “que presupone, en cambio, conocimientos y experiencias racionales en las cuestiones artísticas, además de las sensitivas…” (Juan Acha, 2006).

Lo interesante de la actividad pictórica es poder transmitir o comunicar algo distinto o poderlo decir de otra forma, de modo que se lance la inquietud al aire y el receptor pueda interpretar su propia intención de la obra, su propia solución al problema o crear la incógnita del por qué se realizó o se planteó de determinada manera. Lo importante es no sólo crear un producto con cierta estética sino plasmar una interrogante que genere ideas en los receptores, que alguien se sienta identificado con ello o que produzca algún tipo de reacción sea emotiva o intelectual, sea para el interior o para compartirla.

Y elevado a un plano metafísico, hablando de notoriedad e innovación en el arte, está la teoría de Kandinsky en su Espiritualidad en el arte en que enuncia la “necesidad interna” como principio del arte y fundamento de la armonía. Claro que esta necesidad interna debe ser apuntalada a una finalidad u objetivo racional para el cual se dirija la labor y la producción. Probablemente en esa misma necesidad interna se encuentran conjugados el objetivo y el móvil.

Y quizá no pueda definir las funciones del arte de una forma utilitaria y pragmática, pero sé que es indispensable para poder observar el mundo, así como para su creación como cultura y como sociedad, que manifiesta y plasma la identidad de las sociedades de ese espacio-tiempo y establece sus características históricamente. Una disciplina imprescindible para la humanidad.

Fuente bibliográfica:
Acha, Juan. Introducción a la Creatividad Artéstica; Editoial Trillas, México: 2002.
Acha, Juan. Crítica del Arte. Teoría y práctica; Editorial Trillas, México: 2006.

Investigación Cualitativa en el Arte.

La investigación o método cualitativo es el que se fundamenta en el estudio de las cualidades, –entiéndase como cualidad las circunstancias o caracteres, naturales o adquiridos que distinguen a las personas o cosas–. Esto es según Duverger (1975), quien afirma que debe tener las siguientes características que transcribo de los autores Tena Suck y Rivas-Torres:
1. Que parta de los hechos o datos objetivos, los describa y establezca relaciones.
2. Que seleccione los más valiosos y operantes para producir otros nuevos.
3. Que se realice el análisis de esos datos o hechos y se trate de explicarlos, así como las conexiones que entre ellos existen.
4. Que se ocupe de temas determinados, específicos, sin que esto signifique limitación de amplitud y posibilidad de relacionar ese tema con otros que les sean afines.
5. Que las reflexiones y demostraciones que contiene sean claras y precisas y no vagas ni ordinarias, que exponga su contenido de manera clara y correcta.
6. Que las afirmaciones o conclusiones dadas sean verificables (en varias disciplinas la verificación se hace mediante la experimentación; otras, como algunas sociales, por ejemplo la historia, por su propio carácter no admiten esa prueba).
7. Que el trabajo se realice metódicamente, mediante un planteamiento científico y además sistemáticamente y regido por la lógica que estructure todas las ideas.
8. Que trate de dar explicaciones generales, objetivas y válidas, utilizando las leyes que para la propia disciplina existen.
9. Que sea abierta, explicativa, puesto que intenta explicar los hechos en términos de leyes y éstas en términos de principios.
10. Que sea productiva, esto es, que con base en la explicación de los hechos pasados y presentes pueda vislumbrar el futuro.

En relación a lo expuesto anteriormente vemos que la aplicación de este método en el campo de conocimiento de las Artes Visuales, y de la Pintura en particular, nos puede auxiliar para mantener una objetividad en la persecución de los objetivos que planteemos, con una visión interdisciplinaria y con el fin de producir conceptos nuevos y claros que se encaminen a lo creativo u original, en la medida que se alejan de los resultados y reflexiones vagas y ordinarias. Aunque quizá este método vaya más acorde en el campo de las Artes Visuales como el Diseño Gráfico que en el de la Pintura.

Una cualidad importante de este método es que debe tener como finalidad el ser productivo, basándose en el espacio de tiempo pasado y presente se puede percibir el futuro. Poder llegar a este punto sería un gran momento en la evolución del arte contemporáneo, que representaría un avance en la forma de crear y de percibir.

En cuanto al hecho de que las conclusiones o afirmaciones sean verificables me parece que puede diferir en varios resultados que arroje la investigación en artes visuales, ya que en varios casos si podrán ser comprobables las soluciones o productos a los que se llegue, pero en muchos otros casos la conclusión puede que no sea verificable. Ya que como es sabido, y afortunadamente –pues esto nos lleva a la apertura–, en el campo de conocimiento del arte se expresan distintas interpretaciones, cuando quizá el autor proponga una y el espectador la reciba como otra. Por lo que me parece que este método va más acorde con el campo de conocimiento de las Artes Visuales como el Diseño Gráfico que con el de la Pintura.

Fuente bibliográfica:
Tena Suck Antonio y Rivas-Torres Rodolfo. Manual de Investigación Documental. Elaboración de tesinas; Departamento de Psicología de la UIA; Plaza y Valdés editores; España: enero 1995.

Métodos de investigación

A continuación desplegaré algunas definiciones de los métodos analítico-sintético, fenomenológico y heurístico citando a los autores originales y con algunos de mis comentarios.

Método analítico-sintético.
Los autores Antonio Tena Suck y Rodolfo Rivas-Torres definen el análisis y la síntesis como 2 de los seis niveles de complejidad para llegar al dominio cognoscitivo, en particular los sitúa como los 2 niveles anteriores a la evaluación, y los definen de la siguiente manera:
Análisis supone la identificación de las partes componentes de un todo, la determinación de las relaciones que prevalecen entre dichas partes y la comprensión de cómo están organizadas.
Síntesis consiste en la reunión de los conocimientos para integrarlos en un nuevo todo y distinto de cualquiera de los elementos que intervinieron en su integración. Es dar una nueva forma o unidad a una serie de elementos que aparentemente están inconexos. La creatividad es la operación intelectual que se propone lograr en objetivos de este nivel. Se concibe al sujeto como un productor de ideas.

De esta manera ambos métodos son uno mismo, confluyen y conviven en una dialéctica inseparable, son dependientes en el ciclo pues no podrían existir uno sin el otro, ya que como afirman Frida Ortiz y María del Pilar García, el análisis descompone en sus elementos al todo para observar sus causas, naturaleza y efectos, y la síntesis reconstruye el todo a partir de estos elementos diseccionados por el análisis. Ambos se articulan en un ensamble.

Método fenomenológico.
El método fenomenológico es el “método que entiende inmediatamente el mundo vital del hombre mediante una interpretación ‘totalitaria’ de las situaciones cotidianas.”, en palabras de Scheiffert (1997).

Y explicado por Antonio Tena Suck y Rodolfo Rivas-Torres el método fenomenológico conoce por medio de la percepción cotidiana y cada percepción es un objeto lógico, estas percepciones corresponden al objeto percibido en el momento, el cual es un fenómeno presente. El fenómeno presente es el objeto de reflexión de las vivencias reflejadas en la conciencia. El método fenomenológico hace afirmaciones de enunciados para determinado tiempo y espacio, y tiene la validez universal de la vivencia individual, es decir, es universalmente aceptable que esta vivencia es así para el individuo.

Es decir que el método fenomenológico percibe el fenómeno presente y es validado universalmente en su calidad de percepción individual que el fenomenólogo afirma en enunciados de sus vivencias cotidianas.

Método heurístico.
El método heurístico “hace posible la ocurrencia de una inspiración significativa, la clarificación de una interrogante, que se hace más profunda y extensa en conciencia y significado, a través del diálogo con otros”, por Moustakas (1990, p. 170). Según Douglas y Moustakas (1985) el investigador heurístico pretende descubrir la naturaleza y el significado del fenómeno mismo e iluminarlo, a través de testimonios de individuos que directamente se han encontrado con el fenómeno en la experiencia.

Nuevamente Antonio Tena Suck y Rodolfo Rivas-Torres explican que este método implica autoinvestigación, autodescubrimiento y diálogo con uno mismo. Al plantear una pregunta de investigación y formular la estrategia metodológica, ambas fluyen de la conciencia, del significado y de la inspiración. Se busca de modo introspectivo, meditativo y reflexivo su naturaleza y significado.

Entonces el método heurístico tiene una fuerte interrelación entre lo externo y la apariencia y lo interno de nuestro ser: pensamiento, sentimiento y conciencia. Por ello la concentración profunda, el diálogo y la búsqueda de significado son las bases para encontrar la forma indicada de formular la pregunta y con ello encontrar el método adecuado para recolectar, analizar y sintetizar la información.


Fuente bibliográfica:
Tena Suck Antonio; Rivas-Torres Rodolfo. Manual de Investigación Documental. Elaboración de tesinas; Departamento de Psicología de la UIA; Plaza y Valdés editores; España: enero 1995.
Ortiz Uribe, Frida Gisela; García, María del Pilar.
Metodología de la Investigación. El Proceso y sus Técnicas; Editorial Limusa, México: 2008.

domingo, 15 de junio de 2008

Análisis de obra Posmoderna.

Una obra claramente posmoderna es la serie de Plaster Surrogates (Sucedáneos de yeso) producida por Allan McCollum (1982-1990), que realizó y expuso a manera de una larga serie de moldes de yeso pintados de negro y enmarcados en distintos colores.


La intención del artista en la obra es criticar a las instituciones y su sociedad por mantener al arte dentro de una esfera elitista, en particular critica la obra elitista y exclusivista. En la pieza McCollum está estableciendo el “arte contra el arte”, una crítica contra la supuesta innovación del arte contemporáneo ejemplificándola de esta manera.

Esta obra es posmoderna porque no tiene un estilo artístico, solo plantea una actitud ante la realidad del arte en la actualidad, no importa que en el pasado el arte fuera para un cierto status intelectual y económico, el artista (y la misma posmodernidad), plantea que el arte debe adaptarse a una nueva condición que es el arte para el espectador, para la persona común, no para especialistas, ni mucho menos para la “elite”, reivindicando la cultura de masas que no posee preparación estética o intelectual.

Otra característica posmoderna de la obra es la argumentación que la justifica, lo que visualmente no es tan obvio de entender a simple vista. El argumento o texto legitiman la obra mediante su explicación, por lo que finaliza siendo una obra subjetiva.

Y otra característica más es que recrea el entrono del artista, es decir, “reproduce” lo que para él son, o lucen, las obras pictóricas contemporáneas en un museo: un sucedáneos de cuadros iguales enmarcados.

Fuente bibliográfica:
Arte del Siglo XX; Edición Ingo F. Walter, Volumen I: Pintura por Kart Ruhrberg, editorial Taschen, 2005.

El proceso creativo.

La lectura nos ofrece varios conocimientos y seguimientos que debemos realizar como artista joven para llegar a la creación y no sólo a la actitud creativa. Así nos plantea 3 tipos de ejecuciones: las ejecuciones precreadoras, que van sucediendo durante el proceso creativo; las ejecuciones creadoras, que materializan la solución mayor como fin del proceso creativo; y las ejecuciones poscreadoras, que buscan el perfeccionamiento evolutivo de la creación ya consolidada.En base a ello ubicaré mi condición creadora en la ejecución precreadora, ya que me encuentro en la búsqueda de mi dirección artística y en búsqueda también de una obra autosatisfactoria, me sitúo en el momento de exploración y producción, para después analizar la obra de forma autocrítica y reevaluar mi finalidad y aspiraciones. De esta forma podré mejorar tanto el manejo de medios y materiales, como la dirección de mi objetivo, es decir tratar de afinar la brecha entre la ejecución y la concepción mediante soluciones parciales y tasando si estoy siguiendo el camino para llegar a mi primera solución mayor.

El dibujo es el cimiento reactor de mi engrane, es la base de mi concepción bidimensional para pasar a la expresión pictórica, y me considero en un buen nivel de dibujo. Ahora, de entre mis evoluciones parciales con las que he alcanzado autosatisfacción en el plano pictórico en cuestión estética, están las líneas expresivas que he logrado con el manejo de aguadas aplicadas con jeringa, ya que pretendo llegar a una expresión gestual en mi trazo y en mi aplicación cromática. Otra solución parcial son las ramificaciones un tanto fractales que se forman en el papel algodón al gotear la tinta sobre el sustrato previamente humedecido, pues se logran formas orgánicas con un dejo etéreo debido a su transparencia, que nos remite al humo o a la tinta introduciéndose en el agua, pues siempre me han atraído las formas cuasi-perfectas enla naturaleza (como mencionaba de los fractales que se repiten en ella), siendo oportuno en este punto citar lo que decía Gaudí: “Ser original es volver al origen”, a la naturaleza. Regresando al plano de búsqueda y experimentación, estas experiencias me dejan el margen de la imprevisibilidad, que es uno de los mecanismos característicos de la ejecución precreadora, pues todavía necesito poder controlar los resultados, ya que las manchas de tinta proceden de formas caprichosas que debo dominar. Mediante la práctica: prueba y error, conoceré la materia prima y mis aptitudes.
Otra de mis soluciones parciales en un plano tridimensional fue la pareja de piezas en cerámica que realicé en 2004, pues representó un conocimiento importante de mi persona y de la comunicación con la materia que hasta entonces no había descubierto de forma tan in
tensa. El proceso creativo tomó tiempo, y como pertinentemente afirma el ensayo, eso permite la reflexión. La pareja de piezas llamada “Coraza-corazón” tenía como principio basarse en las formas de las semillas para interpretar la evolución de las emociones internas, de esta manera la primera pieza era la coraza o semilla cerrada, y la segunda pieza ya contenía una abertura por donde comenzaba a brotar o surgir el interior de estructuras vivas y brillantes. En el sentido conceptual me satisfizo todo el proceso, tuve un acercamiento al ideal con la realización (la concepción con la ejecución), aunque hay elementos que me gustaría mejorar para aproximarme más a una solución mayor en el futuro.
Para poder llegar a una obra madura y autosatisfactoria que me conduzca a mi primera solución mayor hace falta practicar y experimentar, esclarecer las aspiraciones o finalidades propias, dominar la materia prima y los medios, tiempo de reflexión y maduración, y actitud autocrítca, pues el compromiso, que es el inicial, ya está establecido.

Instrucciones para convertirse en un artista postmoderno.

En la lectura del ensayo “Instrucciones para convertirse en un artista postmoderno” me parece interesante cómo Carlos Yutsi empieza desglosando brevemente el desarrollo de las tendencias modernas hasta nuestros días, para después abordar con agudeza el asunto del arte postmoderno (y la manera como se comportan los artistas en el siglo XXI), planteándolo irónicamente –y con bastante humor– como diez instrucciones para convertirse en un artista postmoderno. 

Y en estos puntos que se plantean como los necesarios para alcanzar los 15 minutos de fama reglamentarios, coincido con la opinión del autor que se basa más que nada en el fundamento de que actualmente es más importante sustentar la obra conceptual e intelectualmente que la realización de la misma; la justificación impera, y el arte efímero repunta, tan en voga como el se “vale todo” al momento de aplicar la ideología, los materiales, la técnica... Esto incluye también la situación de el repetir (o “refritar” en palabras del autor) lo ya hecho o lo ya dicho; que se puede tomar tanto de forma peyorativa como el simple hecho de “fusilar” una obra o concepto, como pasar a algo tan complejo como la misma circunstancia de que a lo largo de la evolución cultural, artística y tecnológica de la humanidad demasiado ya se ha dicho y ya se ha experimentado, por lo que a estos tiempos de inicios del siglo XXI todo lo que se realice está intrínsecamente relacionado o influenciado por alguna tendencia, técnica, ideología o artista del ayer.

Lo que me dejó nuevas ideas para considerar fue la parte del texto en que Yutsi infiere que: el arte postmoderno “…no es una entidad para especialistas, sino una propuesta para el transeúnte y para el hombre común que vive el presente como una aventura azarosa.” En el que refuerza la idea de que la problemática del arte postmoderno se encuentra tanto en el espectador que no está preparado humanística, mental y culturalmente, como en el artista que no se plantea retos para crear un arte verdadero, pues su interés consiste en pretender seguir acumulando únicamente fanáticos y adeptos. 

El ensayo concluye en otro concepto que nos aporta la idea de que el arte en la actualidad invita al espectador a formar parte de el mismo arte al reflejarlo en un objeto, una situación o un contexto cotidiano, donde el espectador se sienta identificado o tocado en su realidad. Me parece que este concepto puede ser el hilo conductor del arte postmoderno, quizá lo que liga una pieza de la otra.